viernes, 7 de septiembre de 2007

Terapias



La frase está escrita en verde fluorescente y reluce con la luz que entra desde la ventana. Está en el borde de la hoja, sin renglones. Su eco se hace insoportable y rellena cada rincón. Retumba en los oídos como si alguien se la gritara. Es inaudible cualquier cosa salvo el acostumbrado sonido de la voz de ella pronunciando esas palabras.

La luna está llena. Se dice que esas noches una mujer navega por el río hasta el horizonte y un hombre la ve perderse en, la noche, las cuevas del río.

Quizás una lágrima fuera más sencillo. Quizás algo que apagara el retumbar, algo que se moviera en el departamento y matara la quietud. Algo más fuerte, tan fuerte que ahogue el grito que Nicolás está por largar. Podría ser tan sencillo como tomarse 18 litros de whisky o un montón de pastillas o cortarse las venas mientras duerme el sueño eterno.

Cada palabra se vuelve borrosa, cada palabra parece desvanecerse. Tan sólo los ojos le están parpadeando.

La lágrima humedece, sin querer, hasta intenta impedírselo, la frase. Ya no es un quebrar sin acción. La respuesta es menos trágica de lo que se podría suponer. ¿Y si no es el fin? – se dice al mirarse al espejo - ¿Y si es el comienzo?

“Quizás podría hacer que vuelva. Quizás, si me disculpara, si cambiara, si no fuera tan egoísta, si fuera más expresivo, si le regalara flores, si la llevara a pasear. No, sería otro, por eso se fue en busca de otro”

“Ni siquiera me dejó unas palabras. Lo único que va a quedar va a ser el recuerdo de los besos, los mimos, las caricias. Momentos añejos, momentos que se convertirán en nostalgia. Palabras que serán epígrafe. Siluetas que serán dibujos. Lugares vacíos. Un baño sin toallitas diarias. Una cocina sin tortas.”

“Ni una planta, ni un animal, ni siquiera otra mujer me van a poder acompañar. La vida era con ella”

Suena el teléfono. Hola, Teresa, ¿sos vos?, Sí, ¿cómo estás?, Bien, por suerte, con ganas de hacer un viajecito, recorrer algunas playas, Que bueno, Sí y ¿vos?, Nada, acabo de terminar mi pasantía y me voy a tomar unos días, ¿Querés venirte conmigo?, ¿Vas solo?, Sí, va no, ¿si te sumás?, Bueno, puede ser, Dale, hablamos mañana, Bueno, Besos, Besos, Chau, Chau.

“Por fin me deshice de ella. Por suerte voy a ser libre. Estar con quien quiera estar. Esa relación ya no daba para más. La quería terminar hacía mucho tiempo pero por costumbre seguía. Acostumbrado a estar con ella. Con miedo a la soledad. Pero ya no me tengo que preocupar por eso. Teresa es una buena mina. Se puede empezar algo. Este viaje puede servir para averiguar si conjugamos. Ya era hora si ella no me dejaba la iba a dejar yo. No podíamos estar juntos sólo por Pamela. No podía seguir con lo de siempre. Engañándola con mujeres que me gustaban pero por miedo al cambio siempre las cortaba. Es mejor así. Va a ser algo bueno para mí.”

Se dirige al cuarto. Agarra un bolso y empieza a meter ropa. ¿Qué estás haciendo?, ¿Yo?, ¿vos que hacés acá?, Es mi casa, Sí, pero..., ¿Pero qué?, ¿Qué hacés así vestida?, Fui al cumpleaños que te olvidaste, ¿Hoy Marisa cumplía los 15?, Sí, Te quería dar una sorpresa, Si, si, Estoy haciendo el bolso porque nos vamos de viaje, ¿A dónde querés ir?, Al recorrer el interior que tanto te gusta, Que lindo, pero igual no te perdono por haberte olvidado del cumpleaños, Estaba muy entusiasmado con irme para el interior, Si, si, Estuve haciendo los arreglos, por eso no llegué después del trabajo.
Hacen el bolso a un costado y se acuestan.

A las 8 de la mañana ya está Pamela despierta. Antes de ir a despertar a sus padres ve una hoja sobre la mesa. Estira la mano para alcanzarla. La lee. Mamá, ¿Qué?, ¿No vas a desayunar conmigo?, Sí, mi amor, ¿porqué decís eso?, Por esta hoja que dejaste en el living, Tirala, era para tu padre.